Una verdadera odisea es la que atraviesan diariamente numerosos fonavistas, la mayoría con edades que superan los 70 años, en los exteriores de la sede de la Secretaria Técnica del Fonavi, en el Centro de Lima, con la esperanza de por fin cobrar lo que aportaron por décadas cuando eran laboralmente activos.
En medio de la devolución del Reintegro 2, que empezó el pasado martes 27 de agosto, decenas de adultos mayores, muchos con hipertensión, diabetes y problemas cardiacos, llegaron al cruce de los jirones Cusco y Carabaya, donde está ubicado el local de la secretaría, para resolver sus dudas respecto al proceso y obtener alguna respuesta concreta del cobro del dinero.
En la extensa fila, una familiar de un fonavista, identificado como Luis Villena Gálvez, denunció dilación y trabas en el proceso para que este pueda por fin cobrar el íntegro de lo aportado por años.
“Él ha tenido dos Fonavis. Estaba a cargo de la Universidad Federico Villareal, llegó a ser vicerrector y por ahí le descontaban el Fonavi. También como era profesor de magister y doctorados, tenía otro Fonavi. Entonces, se supone que ya debe salir esa resolución del Tribunal (Constitucional) para saber exactamente cuándo es que va a cobrar”, reprochó la señora.
Las trabas son: “Es que son muchos”, “tenemos que esperar” o “que no viene la orden”. Y estamos en ese plan y no puede ser. El señor tiene 84 años, ahorita se muere, encima es viudo, y no se ha casado: se perdió el Fonavi. O, en todo caso, lo heredarán los hijos, pero ahorita el hombre es diabético y necesita para sus cosas, pero no puede”, agregó.
Según la mujer, también de la tercera edad, el señor Villena Gálvez además sufre de la presión alta y por sus años se le imposibilita estar parado haciendo una cola.
Cabe señalar que la situación es distinta para el grueso de fonavistas adultos mayores que no tienen una familiar que pueda hacer por ellos la cola y evitar perder hasta más de cuatro horas con la esperanza de que el día de su devolución llegue pronto.