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El pasado 12 de marzo, la embarcación “Mi Juanita” zarpó de Pucusana hacia Altamar con cinco tripulantes a bordo para realizar su faena de pesca. Luego de ese día, los hombres tuvieron una desconexión hasta el 19 de marzo, día en el que José Alvines Machahuay, uno de los desaparecidos, logró comunicarse con su hijo mayor para informarle que se habían quedado varados en Altamar tras una falla mecánica en la batería y el alternador.
Desde ese momento, la familia que se encontraba en Lima alertó el hecho en el Puerto de Pucusana, pero estos la derivaron a la Capitanía de Puerto Callao, y este, extendió la solicitud al Puerto de Chimbote, ya que el dueño del barco pesquero residía en esa provincia. Ante la presunta indiferencia de las autoridades, los familiares piden apoyo.
Desde Piura, las familias de tres de los pescadores desaparecidos realizan un llamado a la Marina de Guerra del Perú para que se despliegue un plan de búsqueda y rescate, pues los hombres no cuentan con alimentos ni agua potable para más de siete días.
El hermano de uno de ellos declaró a los medios locales que temen por la integridad de sus familiares, ya que la balsa dónde permanecen se encuentra sin energía ni luz y podría sufrir una coalición inminente con las grandes embarcaciones extranjeras. “Los barcos chinos están entrando ahorita en manada para llevarse la pota”.
