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El Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Flagrancia de Lambayeque, presidido por la magistrada María Luzcelina Vásquez Vásquez, dictó una sentencia en tiempo récord contra Rosa Liset Sánchez Flores.
La acusada fue hallada culpable del delito de chantaje en agravio de Martín Alexander Ríos Cubas y sentenciada a una pena suspendida de dos años y seis meses, además de una reparación civil de S/1,500.
Los hechos ocurrieron el pasado 2 de enero de 2025, cuando el agraviado recibió, alrededor de las 4:30 p. m., un mensaje de WhatsApp proveniente de un número desconocido.
El mensaje contenía videos íntimos de la víctima y una amenaza: si no depositaba la suma de S/5,000, los videos serían publicados en las redes sociales de la Universidad Señor de Sipán, donde trabaja.
Pocas horas después, Ríos Cubas recibió otro mensaje con la misma amenaza, pero esta vez con la advertencia de que los videos también serían enviados a sus familiares si no cumplía con el pago en un plazo de 24 horas.
Intervención de acusada en Lambayeque
Ante la gravedad de la situación, el agraviado contactó a su expareja, Rosa Liset Sánchez Flores, ya que ella era la única persona que tenía acceso a los videos.
En una conversación, la acusada reconoció que uno de los números pertenecía a su actual pareja, pero negó saber que él poseía los videos. No obstante, sugirió que el agraviado le depositara el dinero para “interceder” y lograr la eliminación de los videos.
El agraviado, con el asesoramiento de la Policía Nacional del Perú (PNP), continuó negociando con Sánchez Flores mientras se coordinaba una intervención.
Así, se pactó una cita en la plaza cívica de José Leonardo Ortiz, donde el agraviado entregó el dinero fotocopiado.
En el encuentro, la acusada borró los clips de su celular, pero al darse cuenta de que no recibió la cantidad completa de dinero, arrojó el efectivo al suelo e intentó huir. Fue en ese momento cuando agentes la detuvieron.
Durante la intervención, la acusada admitió ser la responsable de las amenazas y chantajes, así como de los números utilizados para llevar a cabo las extorsiones.
Tras evaluar las pruebas presentadas en la audiencia de proceso inmediato, incluida la declaración del agraviado y el acta policial, la magistrada dictó una sentencia en menos de 24 horas.
