Con el apoyo de personal médico, lugareños, el Ejército y la Policía Nacional, los Bomberos de Ucayali, lograron alcanzar al pequeño Jesús, el niño de casi dos años que cayó a un pozo de casi 20 metros de profundidad. Petter Mesa, jefe de los hombres de rojo, detalló que el menor “está con vida y recibió comida”.
Otro detalle resaltado por el socorrista es que el niño está con buen ánimo, tanto es así que pudieron alcanzarle un celular para que juegue mientras continúan las labores de rescate. Si bien solo faltan dos metros para acceder a la víctima, los rescatistas no adelantaron cuánto tiempo más demorarán, pues se teme que el terreno colapse ante una mala maniobra.