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Tras asumir por segunda vez el cargo de presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump anunció ayer una ofensiva contra la inmigración ilegal -con deportaciones masivas y la militarización de la frontera-, a la vez que desconoció a la comunidad transgénero y ratificó sus ambiciones expansionistas.
Trump también ratificó la “recuperación” del Canal de Panamá por Estados Unidos y el “cambio de nombre” del Golfo de México por Golfo de América.
Trump aseguró que “detendrá” toda entrada irregular a Estados Unidos y que enviará tropas a la frontera con México y declarará la emergencia nacional para contener la “crisis” en ese punto a donde llegan migrantes.
Adelantó que pondrá fin a la práctica de “captura y liberación”, política migratoria por la que inmigrantes detenidos al cruzar la frontera de manera irregular en Estados Unidos son liberados mientras esperan la resolución de sus casos en cortes de inmigración.
Trump ratificó que deportará a “millones y millones” de migrantes irregulares, por lo que restaurará la política “Quédate en México”, programa que implementó en su primer gobierno y por el cual los solicitantes de asilo permanecen en el vecino país mientras se procesan sus casos en cortes migratorias estadounidenses.
Además, desconoció a la comunidad transgénero, mientras trascendió que firmará una orden ejecutiva para que el Gobierno federal solo reconozca dos géneros: masculino y femenino. Tal medida revertirá partes de las políticas de Joe Biden, quien en su primer día en el cargo amplió las protecciones para personas transgénero y no binarias.
