Una investigación fiscal ha señalado al director del penal de máxima seguridad Ancón I, Carlos Franco Medina, al administrador y a otros funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE) como actores de un esquema criminal que permitió el ingreso de paquetes de cocaína en forma de ladrillos, sellados con los emblemas de dos cárteles de drogas, a través de controles penitenciarios que se presumían infalibles.
La investigación reveló que, en contra de todos los protocolos de seguridad, un sujeto identificado como Franco Polo Huacachi Rivera logró ingresar al penal con la droga. Las cámaras de seguridad captaron el momento exacto en que se burlaron los controles, sin que se detectara el uso de una falsa identidad en el sistema de control biométrico, según imágenes difundidas este domingo por el programa Cuarto Poder.
Las imágenes también revelan que el director del establecimiento fue quien ordenó personalmente que el vehículo pasara los controles sin problemas. “Con la mano, ordena que pase”, se detalló en el informe. Huacachi Rivera incluso lo saludó directamente al director del penal antes de ingresar al recinto. Posteriormente, se acercó a los controles, donde entregó el DNI adulterado. El dominical precisó que, a sus 28 años, Huacachi Rivera no cuenta con un documento de identidad, sino únicamente con su partida de nacimiento.
El vehículo, que supuestamente transportaba chatarra, pasó por tres inspecciones antes de estar a punto de descargar la carga. En la tercera inspección ocular, Huacachi Rivera comenzó a ponerse nervioso, lo que alertó al agente penitenciario. Una cámara captó el momento en que le hizo un gesto al chofer para que guardara silencio. El agente, al inspeccionar el vehículo, descubrió cuatro ladrillos de cocaína en el respaldo del asiento del conductor. Más droga fue hallada en la cabina.