Una joven profesional nacida en Bagua Grande, Amazonas, ha alcanzado un logro excepcional que la coloca entre las mejores del país. Se trata de Milagros del Rocío Dávila Díaz , licenciada en Enfermería por la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT), quien obtuvo el primer lugar en Lambayeque y el tercer puesto a nivel nacional en el Serums 2025-I.
Su historia es testimonio de vocación y perseverancia. En medio de una etapa familiar compleja por problemas de salud, descubrió que el trato humano y la calidad profesional hacen la diferencia en la recuperación de los pacientes. Así nació su compromiso con la enfermería, una carrera que para ella va más allá del conocimiento técnico y se convierte en una auténtica vocación de servicio.
Impulsada por el ejemplo de su hermana mayor y rodeada de familiares del ámbito de la salud, decidió seguir el camino del cuidado profesional. “Viví una etapa difícil con familiares muy delicados de salud. Ahí comprendí que el trato humano, el acompañamiento de la familia y la calidad humana marcan la diferencia en la recuperación de un paciente”, sostuvo Milagros a la USAT.
Durante sus años en la USAT enfrentó momentos de exigencia que superó con madurez, disciplina y una fuerte admiración por sus docentes. “Nunca pensé en rendirme. Lo que me mantuvo firme fue el amor a la enfermería y el amor al color turquesa”, afirmó Milagros, haciendo referencia al uniforme que marcó su formación académica. Para Milagros, el resultado en el Serums fue más que una prueba superada: “Lloré de emoción con mis padres. Es una felicidad inmensa”, contó.
Mirando al futuro, planea especializarse con maestrías y posgrados que le permitan incidir no solo en la atención directa, sino también en gestión, docencia e investigación. “La enfermería tiene cuatro pilares y quiero contribuir en cada uno de ellos”, aseguró.