La región Lambayeque enfrenta una crisis tras las lluvias intensas y la activación de quebradas que han afectado a la fecha a 1,700 familias y dejado a otras 856 damnificadas. Las localidades más impactadas son Kañaris, Incahuasi, Salas, Olmos, Mórrope y algunas localidades del valle La Leche, informó Cristina Huamanchumo, coordinadora del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER)-Lambayeque.
El impacto de las precipitaciones ha sido devastador, afectando alrededor de 33 hectáreas de cultivos y poniendo en riesgo los medios de subsistencia de numerosas familias. «Estamos trabajando incansablemente para coordinar esfuerzos con todos los distritos afectados y manejar esta situación de la mejor manera posible», afirmó Huamanchumo.
Las lluvias han causado daños severos en las zonas altoandinas, dejando aproximadamente 600 viviendas afectadas, 300 son inhabitables y 18 han sido completamente destruidas.
Ante esta situación, la Gerencia Regional de Educación ha emitido un comunicado instando a los directores y profesores a evitar el acceso a estas áreas hasta que las condiciones mejoren, priorizando así la seguridad de estudiantes y docentes.
En el sector salud, 33 centros médicos han reportado daños significativos, complicando la atención a las poblaciones más vulnerables. La situación es crítica, ya que se han solicitado puentes aéreos para evacuar a pacientes en riesgo, incluyendo a una gestante y un adulto mayor en condiciones delicadas. A pesar de los desafíos, el personal médico ha demostrado gran valentía al arriesgar su vida para brindar atención a quienes más lo necesitan.
Hasta el momento, se han repartido 33 toneladas de ayuda humanitaria alimentaria y aproximadamente 80 toneladas de asistencia no alimentaria, que incluyen camas, baldes, bidones, colchones y otros suministros esenciales.
Huamanchumo también confirmó que se cuenta con un presupuesto de 2 millones de soles para adquirir más bienes de ayuda humanitaria, como calaminas y herramientas, mientras el pronóstico de lluvias sigue en aumento.