Jacqueline Agurto Montaño, de 23 años, fue encontrada sin vida luego de haber sido reportada como desaparecida el 31 de julio. La joven viajó desde Chiclayo en la región Lambayeque, Perú, hasta un caserío en Ferreñafe, para asistir a la fiesta de cumpleaños de un familiar.
Durante la noche, su prima notó que Jacqueline no respondía sus mensajes y decidió contactar a su hermanastro, quien le informó que ella había salido a las tres de la mañana.
Preocupada, la familia de Jacqueline reportó su desaparición en la sede de la Divincri Chiclayo. Cinco días después, el cuerpo de Jacqueline fue hallado enterrado en una casa abandonada, a menos de veinte metros del lugar donde se llevó a cabo la fiesta.
Las autoridades trasladaron los restos a la Morgue de Chiclayo. Familiares y amigos de Jacqueline le dieron el último adiós en el distrito de Monsefú.