Desde los primeros meses de 2025, las amenazas, mensajes intimidantes y exigencias de pago por parte de grupos criminales comenzaron a aparecer con más frecuencia entre los negocios locales de Lambayeque. Los comerciantes de Chiclayo, en particular, se ven atrapados en una red de extorsión que opera con métodos cada vez más agresivos.
Las cifras difundidas por la Policía Nacional confirman un incremento del 10 % en los casos de extorsión respecto al año anterior. Aunque se han logrado desarticular algunas organizaciones delictivas, los extorsionadores mantienen su presencia activa, y muchas veces, lejos del alcance de las autoridades. Desde penales fuera de la región o incluso desde Trujillo, lugar identificado como el principal centro de operaciones, los delincuentes coordinan llamadas, envían mensajes y ejecutan actos intimidatorios.
El general PNP Luis Ángel Bolaños Melgarejo, jefe de la Región Policial Lambayeque, advirtió sobre el crecimiento de esta modalidad delictiva: “Tenemos en lo que va del año 245 casos de extorsión en la ciudad de Chiclayo. Los extorsionadores, en su mayoría, operan desde Trujillo, donde hacen las llamadas extorsivas a sus víctimas, muchos de ellos dedicados al rubro del comercio”.
Operaciones desde el penal y amenazas a plena luz del día