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Tres miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) enfrentan una investigación en Lambayeque tras ser señalados como presuntos cómplices en la fuga de Eber Albino Tiparra Zapata, un criminal condenado a cadena perpetua por el asesinato de Mariana Condorachay Rodas.
El sentenciado escapó de la carceleta del Poder Judicial días después de su captura, aunque fue recapturado rápidamente.
El coronel César Díaz, jefe encargado de la Región Policial Lambayeque, confirmó la fuga del peligroso reo y detalló que agentes de la División de Investigación de Alta Complejidad (DIVIAC) lograron su recaptura en un operativo relámpago.
«Eber Albino fue interceptado junto a su pareja y al conductor que pretendía trasladarlo hacia un destino desconocido», indicó el oficial.
Tras conocerse el hecho, el Ministerio Público ordenó diligencias inmediatas en la sede judicial. El comandante de guardia, el calabocero y uno de los custodios de la carceleta, todos pertenecientes a la Policía Judicial, fueron trasladados a la sede de la División de Investigación Criminal (Divincri) para rendir su manifestación. Los investigadores los sindicaron como presuntos facilitadores de la fuga.
Durante su recaptura, Eber Albino ofreció detalles que agudizaron las sospechas. Según relató, encontró la puerta de su celda abierta, utilizó una toalla para cubrirse el rostro y abandonó el lugar sin que le solicitaran identificación.
«Firmé un cuaderno y me fui», declaró el prófugo, cuya facilidad para escapar levantó fuertes cuestionamientos sobre los protocolos de seguridad.
En el momento de su captura en las calles Miguel Grau y Prolongación Pacasmayo, el asesino habría intentado sobornar a los agentes ofreciendo S/ 2,000 para evitar su detención. Además, utilizó a su hija menor como escudo, lo que complicó la intervención policial.
Actualmente, Eber Albino Tiparra Zapata se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad de Picsi, donde deberá cumplir la condena de cadena perpetua impuesta por el homicidio de Mariana Condorachay durante un intento de robo en plena pandemia.
