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En medio de la audiencia de juicio oral en su contra, el expresidente Pedro Castillo fue trasladado este martes al Hospital Vitarte para cumplir con una cita médica programada.
Su defensa denunció que se vulneró su derecho a estar presente en la sesión, pero los magistrados de la Sala rechazaron suspender el proceso, argumentando que solo procede ante enfermedades crónicas.
El Ministerio Público respaldó la negativa al señalar que Castillo acudió a una consulta rutinaria con un especialista en otorrinolaringología, sin que existieran motivos legales para postergar la audiencia.
La defensa pública intentó insistir en la solicitud, pero el fiscal reiteró que la normativa no contempla reprogramaciones por este tipo de procedimientos médicos.
Antes de retirarse, el exmandatario saludó a los asistentes y evitó pronunciarse sobre la decisión del tribunal.
En una breve declaración previa, había señalado que dejaba la decisión en manos de los jueces.
Mientras Castillo Terrones cumplía con su cita médica, el juicio continuó con el testimonio del conductor que lo trasladó el 7 de diciembre de 2022, día en que intentó disolver el Congreso.
Según su declaración, aquel día recibió una orden telefónica de su superior indicándole que habría «una salida».
«Estaba en mi habitación dentro de Palacio cuando me llamaron para acudir a mi puesto. Como el chófer oficial no estaba, tuve que manejar el vehículo presidencial», relató el testigo.
Añadió que no recibió una orden clara de destino y que solo conoció el rumbo cuando, por radio, le pidieron dirigirse a la embajada de México.
Según el testigo, en el automóvil iban Pedro Castillo, su esposa, sus hijos y el ex primer ministro Aníbal Torres.
A pesar de ello, antes de llegar al destino, agentes de la SUAT interceptaron el vehículo con armas de largo alcance, impidiendo su arribo.
El juicio por el golpe de Estado de Castillo Terrones continúa con la presentación de nuevas pruebas y testimonios clave.
