Los hechos se registraron en la iglesia Santa Lucía, de la provincia de Ferreñafe, hasta donde llegó una mujer a rezar. Se puso de rodillas en el asiento con la cabeza inclinada; sin imaginar que sus movimientos estaban siendo vigilados por un delincuente.
En ese momento ingresa el ladrón, sin darse cuenta que estaba siendo grabado por las videocámaras, y aprovecha que en el recinto católico solo estaba su víctima.
Se acercó hacia ella y cogió, en silencio, el bolso, para luego salir de la parroquia mientras la mujer continuaba rezando. Este hecho delictivo ha sido reportado a la Policía y se espera que el bandido sea detenido.