La terraza del restaurante Mangos, ubicado en el acantilado de la Costa Verde.
Néstor Huamán, ingeniero y experto en geotecnia, dijo a ese medio de comunicación que el área donde se encuentra el restaurante es altamente inestable debido a la composición del suelo.
El especialista que presentó evidencias de humedad y hundimiento en las proximidades del restaurante, indicó que el peso adicional de la terraza y la maquinaria que fue usada durante su construcción agravaron la situación. El ingeniero incidió en el hecho de que existe un debilitamiento progresivo del terreno.
“Estas filtraciones, combinadas con la erosión natural de los acantilados, incrementan el riesgo de un colapso estructural. Incluso sin un sismo, la posibilidad de un derrumbe es alta, y con un movimiento telúrico de gran magnitud, la situación podría ser catastrófica”, señaló.
Similar preocupación mostró el ingeniero Alberto Ramírez, quien indicó que el restaurante Mangos está ubicado al borde del talud y carece de defensas apropiadas. “No existe ningún muro de contención que pueda soportar un sismo de 7 grados o más en la escala de Richter. Si ocurre un temblor de esta magnitud, es muy probable que la estructura ceda”, apuntó.