En el piso, enfermos pero firmes, los maestros se mantienen en su lucha. El Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) lleva cinco días en huelga de hambre a nivel nacional, buscando que el Gobierno aumente el presupuesto destinado al sector Educación.
La organización pide que este presupuesto se eleve a al menos el 6% del Producto Bruto Interno (PBI), como lo establece la Constitución y las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entre sus demandas, Sutep solicita un plan para mejorar la infraestructura educativa, un pago de S/400 por escolaridad para más de 73 mil 000 docentes recién nombrados, y el cumplimiento de la ley que establece un aumento para los auxiliares de educación.
También exigen al Congreso de la República la aprobación de un proyecto de ley para un bono de S/380 para maestros y auxiliares, así como un aumento en las bonificaciones para aquellos que trabajan en zonas rurales, fronterizas y en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Además, piden un incremento de S/500 en la remuneración docente.
En el marco de la medida de lucha, este lunes, los docentes del sindicato reportaron serios problemas de salud, incluyendo descompensaciones, presión alta y dolor de cabeza. Tres de ellos han sido evacuados a hospitales en el Centro de Lima, donde acampan desde el 22 de agosto contra el incumplimiento de acuerdos por parte del Ministerio de Educación (Minedu) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Sobre ello, el dirigente Alberto Mendiola criticó la falta de respuesta del titular de Economía, José Arista, a las demandas del Sutep, argumentando que el Gobierno está ignorando los acuerdos previos con el Minedu. En tanto, la situación de salud de los huelguistas se mantiene tensa, con una docente en estado de salud crítico.